Los británicos se están convirtiendo en los principales compradores de viviendas en España, especialmente en las zonas de playa. Al tradicional atractivo de la costa española se suman las escasas rentabilidades de los ahorros por las medidas del Banco de Inglaterra y la esperanza de una recuperación inmobiliaria en España. La subida de la libra frente al euro hace más asequible la inversión para un británico medio que, además, ve como los precios en su propio país no paran de crecer.
Los compradores extranjeros empiezan a volver al mercado inmobiliario español, atraídos por el crecimiento económico y por los signos de que los precios están tocando fondo después de años de caídas. De hecho, las ventas de viviendas a extranjeros supusieron el 13,9% del total en el cuarto trimestre, lo que supone un nuevo récord.
En total, los extranjeros invirtieron 6.050 millones de euros en propiedades españolas en los nueve primeros meses del año 2014, lo que supone un 30% más que en el mismo período del año 2013, según los datos que posee el Ministerio de Fomento. Valencia, Andalucía y Cataluña son destinos favoritos de las compras foráneas.