La recuperación del crédito ha abierto una batalla entre los bancos para acaparar la mayor cuota posible. El resultado, es un abaratamiento de la oferta crediticia que, en el caso de las hipotecas, supera el 30%. Casi todos los bancos han actualizado las condiciones de sus productos, rebajando el diferencial que se aplica sobre el euribor y apostando cada vez más por hipotecas a tipo fijo. Si hace un año el diferencial aplicado sobre el tipo de interés de referencia superaba ampliamente el 2%, ahora los nuevos préstamos ofrecen diferenciales incluso inferiores al 1,50%. El año 2015 va a estar marcado por un entorno de tipos de interés bajos, lo que repercutirá en los márgenes de los bancos, por lo que ganar volumen es imprescindible para compensar la menor rentabilidad del activo. En esta nueva etapa confluyen varias circunstancias. Por un lado, los bancos comienzan a hacer frente a una oleada de vencimientos de créditos concedidos en los primeros años del boom inmobiliario que hasta ahora aportaban ingresos al margen de intereses. Además, la cuenta de resultados de las entidades empezará a reflejar una caída de las dotaciones a provisiones y los recortes de plantilla acometidos durante los últimos años aliviarán el capítulo de gastos. Por lo que habrá algo más de margen para competir en la oferta crediticia.