Tras siete años de números rojos, el sector inmobiliario empieza a salir de la recesión. Los principales indicadores sobre el mercado de la vivienda indican que se tocó suelo en la segunda mitad del año pasado. Se recuperó la inversión, los bancos volvieron a prestar, las compraventas se incrementaron y en las principales ciudades se empezó a construir otra vez. Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que el sector está entrando en fase de estabilización.
Según el INE los precios de la vivienda subieron el 1,8% en 2014. Solo en tres comunidades (Asturias, Extremadura y Navarra) las viviendas siguieron perdiendo valor. Estos datos contrastan con los del Ministerio de Fomento, que recoge un leve descenso interanual, pero ambas estadísticas indican la tendencia del mercado a recuperar el equilibrio.
La inversión residencial registró en el último trimestre del año pasado un dato positivo, con un crecimiento del 2,1%, según el Banco de España. Según Fernando Encinar, fundador de idealista.com, “En 2014 hubo mucho pequeño y mediano ahorrador que decidió invertir en vivienda para luego alquilarla ante la baja rentabilidad de los depósitos u otros productos financieros”.
Las compras volvieron a remontar con una subida del 2,1%, gracias al tirón de la vivienda de segunda mano, que supone ya dos tercios de todas las transacciones. Ese aumento se dio, según los analistas consultados, por dos factores: la caída de precios acumulada durante toda la crisis, de cerca del 40%, y el aumento del 1,6% en la concesión de hipotecas. “La paralización de la caída de los precios sirve para quitar el miedo a los compradores, que temían comprar pensando que habían pagado demasiado”, afirma el director general de Negocio de Aguirre Newman, Ángel Serrano.