El ladrillo español se aproxima a un punto de inflexión. El Banco de España, en su último Boletín Económico, constata que la inversión residencial “suavizó su perfil contractivo” en el segundo trimestre de este año, con un retroceso intertrimestral estimado del 0,8%. Además, destaca un contexto en el que los principales indicadores del mercado inmobiliario comienzan a evidenciar “una significativa moderación” en cuanto al ajuste que sufre el sector. Las transacciones de vivienda mostraron una “cierta estabilización y el número de hipotecas constituidas frenó su tendencia bajista. No obstante, la absorción del voluminoso stock de viviendas sin vender avanza lentamente, lo que dificulta, según el Banco de España, “el inicio del ciclo de construcción de obra nueva”. En este sentido, el precio de la vivienda moderó su ritmo de caída interanual en el primer trimestre de 2014, hasta retroceder un 3,8%, según la estadística del Ministerio de Fomento, lo que sitúa su pérdida acumulada de valor en un 31% desde comienzos de 2008.
Otro organismo que certifica que lo peor para el sector ha podido quedar atrás es la Sociedad de Tasación. En el informe trimestral, Tendencias del sector inmobiliario, se explica que si bien la absorción de oferta por parte de los fondos de capital riesgo se muestra insuficiente para relanzar un sector que acumula seis años de fase recesiva y que no hay todavía señales fiables de reactivación, a la espera de que el crédito a la vivienda comience a fluir, “la caída de precios en vivienda se modera, y se va aproximando a posiciones de evolución neutral”.