Los últimos datos publicados sobre el sector inmobiliario español no dejan lugar a dudas sobre la recaída que está sufriendo. Muchas de las principales referencias vuelven a registrar descensos tan grandes como en los peores momentos de la crisis. Por ejemplo, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas cayó en julio un 47% interanual, hasta los 29.523 préstamos. Se trata de la cifra más baja desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) empezó a elaborar este indicador en 2003. También bajó el importe medio de los préstamos, hasta los 110.000 euros, lo que supone un descenso del 9% respecto a un año antes, lo que implica que los precios de las viviendas continúan cayendo con fuerza. Al menos, la morosidad de los particulares sigue en niveles bajos: los créditos hipotecarios dudosos concedidos a las familias para comprar una vivienda alcanzaron en el segundo trimestre del año el 2,469%, según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
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Fuente: Inversión
