El índice de referencia para la mayoría de las hipotecas españolas, el euríbor, continúa su racha a la baja y se mantiene en mínimos históricos en marzo. Esto supone que las hipotecas que tengan que revisarse en este período podrían abaratarse en más de 50 euros. Por ejemplo, si tomamos como referencia un préstamo de 120.000 euros a 20 años con un diferencial de euríbor más 1%, la diferencia podría suponer más de 4 euros al mes.
Con esta situación y, tras llegar a cifras negativas en 2016 que, como hemos dicho, se mantienen, sumamos ya dos años en los que las políticas del Banco Central Europeo provocan que el índice hipotecario alcance cifras mínimas nunca antes vistas desde que existen registros. Una situación que comenzó en 2012 y que resulta un alivio para las familias endeudadas.
Las hipotecas suponen para los bancos un riesgo mucho menor que otro tipo de financiación como la empresarial, con una tasa de créditos dudosos del 4,7%, en el caso de las familias, frente a morosidades del 24% por parte de los empresarios, según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE). Pero, pese a ello, y a unos precios del alquiler cada vez más desorbitados, se conceden menos hipotecas. En septiembre de 2017, el saldo de las hipotecas ascendía a 501.769 millones de euros, 20.000 millones de euros menos que solo seis meses antes y unun descenso anual de un -2,8%.
Parece, por tanto, que la situación del euríbor incentiva más la devolución de préstamos ya firmados que la contratación de otros nuevos, algo en lo que influye también las más restrictivas condiciones impuestas por las entidades bancarias para su concesión.
En este contexto y, utilizando la amenaza a medio plazo de que el índice de referencia acabará subiendo, los bancos apuestan cada vez más por créditos hipotecarios a tipo fijo. Un seguro para ellos que puede resultar beneficioso a algunos clientes. Casi cuatro de cada diez, optan a día de hoy por este tipo de hipotecas.