El mercado de la construcción ha experimentado grandes cambios en los últimos años. Tras una profunda crisis, los expertos llevan algún tiempo hablando de recuperación. En casi todos los sectores, los vaivenes económicos generan nuevas formas de comportamiento y de consumo. Los préstamos hipotecarios, por ejemplo, se han visto muy afectados por los cambios provocados por la recesión. Después de una etapa de gran contención y características muy restrictivas para su concesión, parece que en la actualidad el crédito vuelve a fluir de forma similar, aunque nunca igual, a los tiempos anteriores a la crisis.
La construcción también ha evolucionado en este tiempo a la par que la demanda de la ciudadanía que quiere invertir en una vivienda. Uno de los cambios más visibles es la búsqueda de sistemas más sostenibles en el tiempo, tanto a nivel económico como ecológico. En este contexto surge un auge de las viviendas prefabricadas y modulares. Según datos del portal Habitissimo, si en 2015 se vendieron 2.000 casas prefabricadas, el año pasado esta cifra se había multiplicado hasta sumar 7.000.
Fuente: Habitissimo
Fuente: Habitissimo
¿Pero cuáles pueden ser los motivos de este ascenso en las ventas?
A pesar de que muchos usuarios cuentan inicialmente con prejuicios y dudas acerca de este tipo de construcción, quienes compran y fabrican estas casas aseguran que su calidad iguala e incluso supera a las de las construcciones tradicionales. Defienden además que los plazos para entregar la vivienda son mucho más cortos, los precios más ajustados, y que se trata de viviendas respetuosas con el medio ambiente y versátiles a la hora de crecer, ya que en muchos casos de pueden añadir nuevos módulos en función de las necesidades del cliente. Addomo, una de las empresas españolas que ha crecido de la mano de este tipo de casas, explica en este artículo cuáles son las ventajas de las casas modulares con respecto a otras formas de construcción.