La concesión de préstamos hipotecarios para la adquisición de vivienda ya crece a tasas consistentes del 6,8% anual. La banca vuelve a prestar dinero a promotores, pero bajo unas estrictas condiciones.
A la hora de conceder un préstamo a un promotor las entidades ponen el foco sobre el grado de profesionalidad de la empresa responsable de la construcción de las viviendas. En el pasado casi cualquier persona con un solar podía terminar siendo promotor inmobiliario, pero en la actualidad las entidades valoran que se trate de un profesional con probada experiencia en el sector, que el balance financiero de su compañía esté saneado y el volumen de deuda que solicita sea sostenible y fácilmente financiable en el tiempo.
Además el promotor que ahora pretenda poner en marcha un nuevo desarrollo urbanístico ha de arriesgar parte del coste del proyecto. Por ello, las entidades piden que el suelo esté siempre libre de cargas y solo sea necesario financiar la construcción o el vuelo y hay quienes no otorgan más del 70% del coste total del proyecto (incluido el coste del solar).
También es común que la entidad exija al promotor un nivel de preventas de las viviendas a construir que varía entre el 50% y el 55% de la promoción.
Otro de los aspectos que la banca analiza con detalle antes de otorgar financiación para una nueva promoción inmobiliaria es el precio final al que se van a vender dichas viviendas. Se pide que los precios finales en torno a los cuales se basa el proyecto sean realistas y razonables.