Reportaje en el que se comenta que la irrupción de bancos y cajas de ahorros en el mercado inmobiliario ha sido la principal consecuencia del estallido de la burbuja, a finales de 2007. A través de canje de deuda promotora por activos o de embargos procedentes de particulares, las entidades financieras han visto multiplicar su cartera de inmuebles adjudicados, que desde hace un año comercializan como una inmobiliaria más. Durante este periodo, bancas y cajas se han convertido en competidores de sus tradicionales socios, las inmobiliarias. En la pugna por lograr el comprador de una vivienda, la banca fue la primera en aplicar descuentos agresivos a los precios de sus productos, atrayendo al cliente. Las rebajas, junto a la financiación garantizada, han situado las cifras de ventas de las entidades muy por encima de las registradas por las propias inmobiliarias.
En los cinco primeros meses de 2010, Caja Madrid ha vendido 1.237 inmuebles, un 19% más que todas las viviendas comercializadas durante el año anterior. Esto supone un incremento del 600% con respecto a los seis primeros meses de 2009. La entidad logró más de la mitad de las ventas a través de su propia red de sucursales bancarias, donde a los compradores de sus viviendas se le ofrecen unas condiciones de financiación muy ventajosas con respecto a la media del mercado: euribor + 0,90, sin comisiones y con plazos de hasta 40 años.
Caixa Catalunya logró adjudicar unas 500 unidades durante los cinco primeros meses del año. Entre mayo de 2009 y mayo de 2010 ha reducido su stock de inmuebles en 1.650 pisos, además de alquilar unos 3.750. Con estas ventas, Caixa Cataluña ha logrado ingresos por importe de unos 390 millones de euros.
Fuente: Expansion
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