En la modalidad de interés variable, el tipo se va modificando a lo
largo de su período de amortización. ¿Cómo? En función de la evolución
futura del índice o tipo que se tome como referencia, es decir de un
indicador que refleja el precio del dinero en el mercado. El tipo de
interés variable se suele expresar como la suma de ese índice de
referencia y un porcentaje (margen o diferencial) constante.
Así, por ejemplo, puede decirse que el tipo de interés de un préstamo es del euríbor
(el tipo al que se compran y venden el dinero las entidades bancarias
en la zona del euro) más un punto porcentual. Eso significa que a lo
largo de la vida del préstamo usted va a pagar lo que marque el euribor
en el momento de la revisión de la cuota (elemento variable) más un
punto porcentual (elemento fijo). Con el fin de simplificar la cifra
resultante, se puede pactar el redondeo del tipo de interés, ya sea a
la baja o al alza.
En consecuencia, si usted va a pedir un préstamo y opta por un interés variable, debe comparar las distintas ofertas,
tanto desde el punto de vista del margen o diferencial constante (ese
punto porcentual del ejemplo anterior) como del índice o tipo de
referencia escogido (en ese caso, el euribor), pues puede haber
diferencias grandes entre unos y otros.
La entidad
que da el préstamo debe comunicar al cliente los nuevos tipos
resultantes de la variación del índice de referencia. Esta comunicación
debe hacerse con antelación, excepto en los créditos al consumo que utilicen como índice de referencia uno de los considerados oficiales.
En
el documento de liquidación que la entidad debe entregar al cliente con
cada pago debe estar recogido el tipo de interés aplicado con el
detalle del tipo de referencia y el diferencial o margen (ver norma
6ª.8, y anexo VI, apartado II.2. Circular del Banco de España 8/1990).
En
resumen, el importe de sus pagos o cuotas futuras podrá cambiar,
subiendo o bajando, según lo haga el índice o tipo de interés de
referencia en los momentos de revisión del mismo. Algunas entidades
ponen límites a las variaciones a la baja y/o al alza de los tipos de
interés de referencia. En todo caso, debe ser consciente del riesgo que asume al contratar préstamos de interés variable: si suben los tipos, puede encontrarse con dificultades para pagar.
Fuente:
Banco de España