Después de las fuertes críticas recibidas por vincular el permiso de residencia para extranjeros con la compra de pisos por valor de 160.000 euros, el Gobierno ha decidido endurecer las condiciones. Así, el documento que ahora está sobre la mesa multiplica las condiciones económicas anteriores: propone dar papeles a quienes compren una casa por valor superior a los 500.000 euros y también baraja la residencia para inversiones que conlleven la creación de dos puestos de trabajo, a partir de un umbral mínimo de un millón (o de 500.000 euros siempre y cuando dicha inversión se mantenga año a año). Se contemplan así mismo otras posibles inversiones en activos financieros, como acciones o bonos.
Aunque en España es solo un borrador, fuera del país ya lo dan por hecho y es el argumentario con el que trabajan las agencias inmobiliarias. Es el caso de China, donde sus ciudadanos se han interesado por este cambio normativo, que califican de favorable.
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Fuente:El Economista