Apenas un año después de suprimirse la deducción por compra de vivienda de manera general -desde el 1 de enero de 2013- para las nuevas adquisiciones de casa, este jugoso incentivo fiscal, en vigor desde 1978, vuelve a estar en el punto de mira del Gobierno. Y esta vez, se baraja incluso la posibilidad de darle la puntilla definitiva, de eliminarla con carácter retroactivo, como reclama Bruselas. Lo que afectaría a casi seis millones de contribuyentes y reportaría un ahorro de más de 4.000 millones de euros al Estado.
Por el momento, ningún miembro del Gobierno ha negado esta posibilidad de forma tajante. "Yo no alentaría ningún tipo de consideración", afirmaba el ministro de Economía, Luis de Guindos, al ser preguntado sobre el fin de la desgravación, sin descartar que se eliminara retroactivamente.
De Guindos eludía el tema indicando que la revisión del sistema tributario español recogerá "lo que tienen que ser unos impuestos que recaudan, pero también (un sistema) que tiene que establecer los incentivos correctos desde el punto de vista del crecimiento económico". Y zanjaba el asunto diciendo: "Yo no prejuzgaría lo más mínimo al respecto".
Por otro lado, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, sí que se mostraba algo más claro al respecto apuntando que la reforma fiscal "no perjudicará los derechos adquiridos de las personas que ya están disfrutando de esta deducción". Aunque, posteriormente, dejaba una puerta medio abierta a esta opción: "No tiene sentido eliminarla de forma brusca y sin ninguna alternativa". Una declaración que hace pensar que muy posiblemente habrá, si no una supresión retroactiva, sí modificaciones en la desgravación por adquirir casa.
Unos cambios que, sin duda, se traducirán en ahorro para las mermadas arcas públicas y buscarán satisfacer, en parte, las recomendaciones de Bruselas y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según los datos de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), en el ejercicio 2011 un total de 5.802.141 ciudadanos se beneficiaron de la deducción por inversión en vivienda habitual, lo que supuso un desembolso de 4.244 millones de euros al Estado -cantidad que irá menguando año a año al no incorporarse nuevos beneficiarios e ir cancelando sus préstamos otros-.
El hipotecado que haya comprado casa habitual antes del 1 de enero de 2013 tiene derecho a deducirse hasta un 15% anual sobre una base máxima de 9.040 euros. Es decir, puede llegar a recuperar más de 1.350 euros en su Declaración del IRPF. Desde Gestha, especifican que el gran tramo de beneficiarios se encuentra en los contribuyentes con unos ingresos que van de los 12.000 a 21.000 euros (más de dos millones). Entre los que cobran de 21.000 a 30.000 euros, hay 1,26 millones de beneficiarios por la deducción; y entre los 30.000 y 60.000 euros, 1,26 millones.
Teniendo en cuenta este desglose, no son pocos los que barajaran la posibilidad de que el Gobierno, en vez de eliminar totalmente la desgravación por compra la limite a una determinada renta dejando fuera a los que mayores niveles de ingresos tienen (hay más de 300.000 beneficiarios que tienen un sueldo anual superior a los 60.000 euros y 2,5 millones de declarantes que están entre los 21.000 euros y los 60.000 euros). Pero, por otro lado, esta medida recordaría a la que tomó el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, cuando limitó la deducción a rentas inferiores a 24.000 euros. Por ello, otras voces consultadas por este suplemento se decantan por la opción de que el Ejecutivo modifique a la baja el porcentaje del 15% a deducirse o incluso rebajar la base máxima de 9.040 euros sobre el que se aplica. Ya a principios de los años 80, el porcentaje a deducir se redujo del 17% al 15% en el caso de las viviendas habituales y del 17% al 10% para segundas residencias de obra nueva.
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Fuente: El Mundo