Cuando buscamos la mejor hipoteca lo primero en lo que nos fijamos son sus condiciones económicas, en si se trata de una hipoteca barata. Probablemente si revisamos la mayoría de los préstamos hipotecarios del mercado son, en algún punto, similares, sin embargo para ver cuál es el más competitivo, deberíamos observar otros factores.
Actualmente una de las principales dudas que se nos pueden plantear es si deberíamos optar por la seguridad de un préstamo con interés de tipo fijo o, dada la situación actual de los tipos de interés, por uno variable, que siguen siendo los más populares. Aunque las entidades bancarias cada vez ofrecen préstamos hipotecarios a tipo fijo más atractivos, parece que, con la situación actual, las hipotecas variables siguen siendo la mejor opción. En cualquier caso, no nos podemos dejar llevar por lo que ocurre solo en este momento, es conveniente tomar otras referencias del tipo de referencia (el Euribor, en la mayoría de los casos), incluso sus máximos históricos, para ver en qué escenarios podríamos encontrarnos si esas situaciones vuelven a repetirse, y ver si seríamos capaces de afrontar la cuota en esas condiciones.
Una vez nos hayamos decidido, podemos comparar las opciones que nos ofrecen los distintos bancos para ver cuál se adapta mejor a nuestras necesidades. El comparador nos ayudará a hacernos una idea de qué nos podemos encontrar y, a partir de ahí, comienza nuestro trabajo.
En primer lugar tendremos que fijarnos en si la hipoteca que nos resulta más atractiva tiene comisiones de apertura, de estudio o de desistimiento (cancelación total o parcial). También es importante fijarnos en los productos vinculados que el banco utiliza como bonificaciones y que, aunque no son obligatorios, si suponen una considerable diferencia en el precio final de la hipoteca en caso de que rechacemos contratarlos. Nos referimos a productos como seguros de vida y hogar, planes de pensiones, etc. Muchas veces su coste es mayor que si los contratamos con una aseguradora especializada y resulta más rentable no contratarlos a pesar de no disponer de la bonificación que nos ofrece el banco.
Debemos evitar también, en la medida de lo posible, aquellas hipotecas que nos exigen garantías adicionales como avalistas u obligaciones para hipotecar otro inmueble.
En definitiva, hay muchos factores que determinan si una hipoteca es buena o no y, en cualquier caso, siempre hay factores en los que el cliente puede negociar con su banco en función de su situación personal. Nosotros recomendamos comparar bien lo que nos ofrecen todas las entidades, negociar para conseguir las mejores condiciones, y leer con atención todas las ofertas y las escrituras antes de tomar una decisión y firmar.
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