En el primer semestre del año la compra de inmuebles para segunda residencia o inversión, sobre todo en la costa mediterránea y las islas, representó el 17,3% del total de transacciones.
Nos encontramos en un punto de inflexión en el precio de estas viviendas, que se han convertido en una inversión atractiva para aquellos que tienen capacidad económica por su rentabilidad. La demanda de viviendas para segunda residencia se está anticipando a la de residencia habitual y resulta una inmejorable noticia para áreas geográficas donde hay el mayor exceso de demanda.
La mejora de la demanda de viviendas de la costa y las islas ‐ya sea para pasar periodos vacacionales o para dedicarlas al alquiler‐ se debe tanto al interés de ciudadanos que residen en España como de extranjeros que tienen su residencia principal en otros países. Las transacciones de extranjeros no residentes no han dejado de crecer: a principios del año 2014 ya doblaron las registradas a mediados del año 2009.