La incertidumbre bursátil provocada por la crisis en el sistema crediticio ha elevado la aversión al riesgo de los inversores españoles que, en unos casos han elegido entre salir de la bolsa y, en otros, por operar a corto plazo. Llega agosto, gran parte de los inversores cierran posiciones y se van de vacaciones, con lo que el volumen de negociación cae a mínimos del año. Hasta aquí la teoría que se repite año tras año. Sin embargo, este año la situación es diferente. La inestabilidad que están sufriendo las bolsas a causa de la crisis crediticia provocada por las hipotecas subprime ha alterado el guión a seguir. La clave, según Juan Solana, analista de Intermoney Valores, está en la crisis de confianza, que no de resultados, que se ha generado a raíz de las hipotecas basura y que “ha provocado una estampida de los inversores en efecto manada con el consiguiente efecto en las bolsas.”
Fuente: Expansión.